La exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner continuará cumpliendo su condena en prisión domiciliaria en el marco de la causa Vialidad. El fiscal de Casación Mario Villar decidió retirar el pedido para que sea trasladada a una cárcel común, lo que descarta esa posibilidad salvo que incumpla las condiciones impuestas.
El giro del fiscal Villar
Minutos antes de la audiencia en la Cámara Federal de Casación Penal, Villar presentó un escrito en el que se desmarca de sus colegas Diego Luciani y Sergio Mola, quienes habían apelado la domiciliaria. Según el fiscal general, revocar el beneficio sería un “retroceso” en la ejecución de la pena.
No obstante, solicitó que se modifique el lugar de detención por razones de seguridad y convivencia vecinal. Argumentó que el domicilio actual de Cristina Kirchner, en el barrio Constitución, no garantiza condiciones adecuadas ni para ella ni para los vecinos.
La defensa rechaza el cambio
Durante la audiencia, el abogado de la exmandataria, Alberto Beraldi, se opuso tanto al cambio de domicilio como al uso de tobillera electrónica. Afirmó que Cristina no representa riesgo de fuga, que vive allí desde hace tres años y que el régimen actual le permite mantener contacto con su familia.
Además, cuestionó las restricciones en las visitas y calificó de “innecesaria” la tobillera, dado que Cristina tiene custodia permanente y es una figura pública. “Se le imponen condiciones que no se le aplican a nadie más”, señaló.
Qué viene ahora
La definición quedará en manos de los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, de la Sala IV de Casación. Tienen un plazo de cinco días hábiles para resolver los planteos.
Mientras tanto, la discusión gira en torno a las condiciones del cumplimiento de la pena, pero no sobre su modalidad: la posibilidad de que Cristina Kirchner sea enviada a una cárcel común ya quedó descartada por decisión de la Fiscalía.