El balance cambiario volvió a encender alarmas: en octubre, la cuenta corriente registró un déficit de US$2599 millones, el peor dato mensual desde noviembre de 2017. La salida neta de divisas respondió, en gran parte, al impacto que dejó el adelantamiento de exportaciones ocurrido en septiembre por la eliminación temporal de retenciones.
Un octubre sin dólares comerciales
Según datos del Banco Central (BCRA), siete de los primeros diez meses del año cerraron en déficit, aunque el acumulado de 2025 aún muestra un superávit leve de US$505 millones, sostenido por el fuerte ingreso de divisas de septiembre.
La cuenta corriente refleja todos los dólares que entran y salen por comercio de bienes, servicios, rentas y transferencias. En octubre, la dinámica fue claramente negativa.
Bienes: déficit tras el anticipo de exportaciones
El rubro bienes, habitualmente superavitario, cerró con un saldo negativo de US$677 millones.
Esto ocurrió porque muchos exportadores adelantaron liquidaciones en septiembre para aprovechar la alícuota de retenciones del 0% establecida por el decreto 682/2025. En octubre, ese ingreso extraordinario desapareció.
El BCRA detalló que en el complejo Oleaginosas y cereales se liquidaron solo US$776 millones, un 67% menos interanual y 90% por debajo de septiembre.
Servicios: rojo creciente
El déficit en servicios ascendió a US$1008 millones, convirtiéndose en el principal factor del resultado global. La salida de dólares fue impulsada por gastos con tarjeta, viajes y otros servicios.
Con dos meses por delante, este rubro ya acumula US$9644 millones en 2025, superando los registros de los dos años anteriores.
Pagos de deuda: otro frente de presión
Las operaciones de ingreso primario mostraron una salida neta de US$916 millones, principalmente por pagos de intereses del sector público y privado. También hubo egresos por utilidades y dividendos.
Balance final
El único dato positivo del mes provino del ingreso secundario, con un superávit marginal de US$2 millones.
En conjunto, octubre dejó un claro mensaje: la economía volvió a quedar corta de dólares, reflejando tensiones en comercio, servicios y pagos externos.