Aunque junio registró un pequeño aumento del empleo, la ola de despidos se mantiene elevada, mostrando la tensión persistente en el mercado laboral argentino.
Leve repunte del empleo, pero los despidos no ceden
Después de 15 meses consecutivos de caída en la creación de puestos de trabajo, junio mostró un leve incremento del 0,1% según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL). Sin embargo, los despidos siguen por encima del promedio 2022-2023, cuando todavía regían regulaciones más estrictas por la pandemia, según la Secretaría de Trabajo.
La mejora en el empleo se vinculó principalmente a la reactivación del sector de Construcción, mientras que Industria y Comercio siguen perdiendo puestos, especialmente en empresas con más de diez empleados.
Desregulación laboral y pérdida de empleos
La política económica del gobierno de Javier Milei, sumada a un programa de desregulación laboral, ha acelerado la pérdida de puestos de trabajo. Los despidos afectan tanto al sector público como al privado, impactando directamente sobre el consumo y provocando nuevas reducciones de personal.
Las nuevas normas permiten períodos de prueba más largos, contratos temporales y menores obligaciones patronales, aumentando la rotación laboral y facilitando los despidos sin causa. En junio, la incidencia de despidos sin causa en el empleo registrado privado fue de 0,5 cada 100 trabajadores, un nivel estable pero aún superior al de los años previos a la pandemia.
Expectativas laborales estancadas
La demanda de personal en el sector privado se mantuvo en 1,9%, mientras que la no cobertura de puestos vacantes aumentó respecto a abril y mayo. Las suspensiones laborales bajaron ligeramente a 0,3 cada 100 trabajadores, reflejando que las empresas optan por despidos ante la incertidumbre económica.
Las expectativas de contratación para los próximos tres meses se ubicaron por debajo de las de mayo, evidenciando un mercado laboral estancado y con fuerte presión sobre los trabajadores.
