A pesar de la desaceleración de la inflación, el consumo en Argentina no repunta. Según un informe de la consultora Scentia, en junio el consumo masivo cayó un 0,8% respecto al mismo mes de 2024, lo que interrumpe la tímida racha de tres meses de recuperación.
En lo que va del año, el crecimiento acumulado apenas alcanza el 0,4%, una cifra que refleja la persistencia de la recesión en el consumo privado, incluso con una inflación que se desacelera: fue del 15,1% en el primer semestre y del 39,4% interanual.
El estudio, que releva más de 8.000 puntos de venta en todo el país —incluyendo supermercados, autoservicios, farmacias, kioscos, mayoristas y canales online— muestra una caída significativa en las ventas físicas. En junio, tanto los supermercados de cadena como los mayoristas registraron una baja del 6,4%. En contraste, las ventas online crecieron un 14,6% y las farmacias un 5,6%.
Entre supermercados y autoservicios, la caída interanual fue del 2,4% en junio, lo que confirma que el bolsillo de los argentinos sigue ajustado y el consumo no da señales de reactivación sostenida.
Todo esto ocurre mientras otros sectores muestran cierta mejora: la producción industrial subió un 5,8% en mayo y la industria automotriz creció un 33,8% en junio, acumulando un alza del 15,6% en lo que va del año. Sin embargo, esa reactivación no se traduce en una mejora palpable en el consumo cotidiano.
