Aunque el Fondo Monetario Internacional le dio el visto bueno al plan de ajuste, volvió a prender la alarma por el talón de Aquiles del gobierno: las reservas del Banco Central siguen en rojo y muy por debajo de lo pactado. “Van muy lentos”, advirtió el organismo, que ya aprobó el último desembolso pero exige más acción para acumular divisas.
Reservas por el piso y un “waiver” para zafar
El informe técnico que publicó el FMI marca avances en el ajuste fiscal, la baja de la inflación y el camino hacia un tipo de cambio flexible. Pero no se guardó nada a la hora de señalar el punto flojo: las reservas netas están USD 4.700 millones abajo, cuando el compromiso era llegar a solo USD 1.100 millones negativos. Para no frenar los fondos, el Gobierno pidió —y consiguió— una dispensa formal.
Eso sí: el Fondo dejó un mensaje claro. El BCRA deberá moverse más para comprar dólares, incluso si el dólar oficial se mantiene dentro de la banda.
Argentina, la más débil del grupo
Uno de los gráficos más duros muestra que Argentina es el país emergente con menos reservas, incluso por debajo de Ecuador. Si se descuentan los dólares del propio FMI, quedamos al fondo de la tabla.
Y aunque Milei celebra el superávit fiscal, el organismo aclara que si se suman los intereses de deuda, el déficit real llega al 1,2% del PBI.
Comparaciones incómodas y alertas internas
El Fondo pidió que la acumulación de reservas tenga un cronograma claro, como en Chile, Colombia o México. Además, mencionó que los riesgos políticos y legislativos podrían complicar el programa: entre los vetos presidenciales, la tensión con el Congreso y la falta de consensos, la gobernabilidad sigue en la mira.
Buenas notas, pero con advertencias
Pese a todo, el FMI mantiene su apuesta: pronostica una recuperación del 5,5% en 2025 y una inflación que podría bajar al 20-25% anual. Sin embargo, el mensaje de fondo es el siguiente:
Milei pasó la primera prueba, pero si no junta dólares, la próxima bocha puede venir con aplazo.