A partir del 1 de enero de 2026, el Gobierno dejará de subsidiar la luz, el gas y las garrafas para los hogares que superen ciertos ingresos, en un intento de que la ayuda estatal llegue “solo a quienes realmente la necesitan”.
¿A quiénes afectará?
La medida impactará a 7,5 millones de familias, que perderán los subsidios. Otros 9,1 millones de hogares seguirán recibiendo asistencia, aunque con cambios en los bloques de consumo subsidiables. Según el Ministerio de Economía, esta política permitirá ahorrar alrededor de 1.000 millones de dólares, equivalentes al 0,65% del PIB.
Cómo funcionará el nuevo régimen
Se reemplaza el actual sistema de tres niveles de subsidio por un esquema más simple llamado Subsidios Energéticos Focalizados (SEF), con solo dos categorías:
Usuarios sin subsidios: Hogares con ingresos superiores a $3.641.397 por mes, o que posean tres o más vehículos de menos de cinco años, tres o más propiedades, o una embarcación o aeronave de lujo.
Usuarios con subsidios: Todos los hogares que no superen esos criterios. Se estima que 9,1 millones de familias seguirán recibiendo ayuda en electricidad y gas.
Con esta medida, el Gobierno busca orientar los subsidios a quienes realmente los necesitan, aunque para millones de argentinos representará un impacto directo en su bolsillo desde enero.
