Milei apunta a cubrir vacantes en la Corte Suprema y el Ministerio Público, pero sin confrontar con el kirchnerismo. La pulseada se traslada a octubre.
Desde que asumió, Javier Milei no logró avanzar en la cobertura de cargos estratégicos en el Poder Judicial. Las dos propuestas que envió para la Corte Suprema fueron rechazadas en el Senado, y ahora el oficialismo afina una nueva estrategia: esperar las elecciones de octubre para negociar con el peronismo, que tiene poder de veto en la Cámara alta.
En Casa Rosada lo admiten sin vueltas. “No vamos a tocar este tema antes de los comicios”, aseguró una fuente oficial. La negociación se pospone, pero no se abandona. La mira está puesta en los principales cargos vacantes: la Corte Suprema y la Procuración General de la Nación, que continúa bajo la conducción interina de Eduardo Casal.
La Corte y la Procuración, el corazón de la disputa
Con el avance del nuevo sistema acusatorio, que otorga más protagonismo a los fiscales, la designación del Procurador General se volvió un punto clave para el rumbo de la Justicia. Y en paralelo, el Gobierno analiza relanzar la reforma del Código Procesal Penal Federal en Comodoro Py, donde hay resistencias internas por los cambios en condiciones laborales y falta de recursos.
La disputa no se agota allí. El Consejo de la Magistratura informó que hay 184 cargos vacantes en juzgados federales, muchos de ellos sin cubrir desde 2018, además de decenas de fiscalías y defensorías a la espera de nombramientos.
¿Un pacto con el peronismo y ampliación de la Corte?
La estrategia del oficialismo es no avanzar en soledad. En lugar de forzar una definición, busca tejer consensos con el kirchnerismo y gobernadores dialoguistas, incluso a costa de repartir el poder judicial. Una de las opciones en estudio es ampliar la Corte Suprema a 7 o 9 miembros, como forma de destrabar las designaciones mediante un acuerdo político amplio.
Por ahora, el reloj está en pausa. Pero después de octubre, se espera una fuerte reactivación de la pulseada judicial. Con el control de los tribunales en juego, el Gobierno ya prepara su próxima jugada.
