Desde el 1° de septiembre, la nafta y el gasoil volverán a subir por la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, medida dispuesta por el Decreto 617/2025 publicado este viernes en el Boletín Oficial.
La normativa fija incrementos que se aplicarán de forma directa sobre los precios en surtidor, lo que garantiza un nuevo impacto en el bolsillo de los consumidores.
Cómo quedan los impuestos
Nafta sin plomo y nafta virgen: $10.523 por el tributo a los combustibles líquidos.
Gasoil: $8.577 por el monto fijo actualizado, más $4.644 adicionales por el tratamiento diferencial.
Impuesto al dióxido de carbono: $0.645 para nafta y $0.978 para gasoil.
El decreto aclara que los aumentos deberán aplicarse entre el 1° y el 30 de septiembre y, al igual que en el período anterior, se incorporarán de manera parcial.
Recaudación y precios en alza
En los considerandos, el Gobierno argumentó que la suba busca “recomponer progresivamente la recaudación tributaria sin descuidar la actividad económica”, luego de que las actualizaciones fueran postergadas en varias oportunidades durante 2024.
La medida impactará sobre los dos combustibles más consumidos del país, que representan más del 80% de la demanda interna, y se trasladará de manera directa a los precios.
Con esto, el Ejecutivo sostiene la política de incrementos periódicos en los tributos al sector, que se reactivó este año. A la presión impositiva se suman otros factores que ya venían empujando los valores al alza: la evolución del dólar, el precio internacional del crudo y los costos de refinación y distribución.
En los últimos meses, las subas acumuladas en naftas y gasoil ya impactaron fuerte en el transporte de pasajeros, la producción y la canasta familiar, y septiembre traerá un nuevo capítulo de aumentos.
