La posibilidad de que Cristina Kirchner compita como legisladora en la provincia de Buenos Aires aceleró los movimientos dentro de La Libertad Avanza (LLA), que busca diseñar una estrategia capaz de disputarle terreno en su bastión histórico.
En el corazón del armado libertario bonaerense, encabezado por Sebastián Pareja, la consigna es clara: enfrentar a Cristina con una figura que represente exactamente lo contrario.
La idea de los libertarios no se basa tanto en construir una propuesta sólida, sino más bien en contraponer un perfil “antikirchnerista puro”. En esa línea, se baraja como posible candidata a Miriam Niveyro, una dirigente de bajo perfil que actualmente se desempeña como parlamentaria del Mercosur y trabaja con Pareja en la Subsecretaría de Integración Socio-Urbana. Su candidatura responde más a un simbolismo de “lo nuevo” frente a “la casta”, que a un verdadero posicionamiento político consolidado.
Mientras tanto, continúan las conversaciones con sectores del PRO para definir alianzas y candidaturas, aunque más allá del maquillaje de unidad, lo que predomina son las especulaciones internas. Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro se sientan a la mesa de negociación, pero cada quien juega su propio juego. El criterio —dicen— será elegir a “los mejores”, aunque no queda claro si eso se traduce en verdaderos líderes con capacidad de gestión o simplemente en nombres funcionales a la estrategia del momento.
En el fondo, tanto LLA como el PRO parecen compartir una obsesión: ganarle a Cristina, sin importar con quién ni cómo. La búsqueda de una “doña Rosa” candidata revela más un intento de marketing electoral que una visión política de largo plazo.
En el terreno, el foco está puesto en la Tercera Sección Electoral, donde La Matanza es la joya de la corona. Allí, LLA intenta desde hace tres años instalarse como fuerza competitiva, aunque la realidad es que sigue siendo un territorio ampliamente dominado por el peronismo. Hablan de 3000 fiscales y 800 responsables de escuelas, pero esas cifras no garantizan presencia real ni tracción de votos en un distrito históricamente adverso.
Como parte de su estrategia comunicacional, los libertarios planean replicar el modelo “Adorni es Milei” en toda la provincia, una fórmula que reduce la política a slogans sin contenido. El propio Presidente Milei avaló esta iniciativa, lo que deja en evidencia que el enfoque de su fuerza sigue siendo más performático que estructural.
¿La frutilla del postre? La eventual visita de Milei a La Matanza antes del 7 de septiembre, como gesto de respaldo simbólico. Porque en definitiva, la política libertaria en territorio bonaerense se sigue moviendo al ritmo de los gestos, más que de los hechos.
