InicioNacionalesEmoción en el Garrahan: operaron a una beba dentro del útero y...

Emoción en el Garrahan: operaron a una beba dentro del útero y ya nació

El Hospital Garrahan marcó un hito al llevar adelante su primera cirugía fetal. Un equipo multidisciplinario de 25 profesionales intervino con éxito a una beba diagnosticada con espina bífida mientras aún estaba en el vientre de su madre. El resultado fue tan complejo como esperanzador: la pequeña ya nació y evoluciona favorablemente.



La bebé fue diagnosticada prenatalmente con mielomeningocele, una severa malformación congénita de la columna vertebral. La cirugía intrauterina se realizó en la semana 27 de gestación, y el nacimiento tuvo lugar el pasado domingo 15 de junio a las 3:35, mediante una cesárea en el propio hospital.

La intervención formó parte del Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal del Garrahan, activo desde 2008. En este caso, se contó con la colaboración de especialistas brasileños provenientes del Hospital de Clínicas de Curitiba, que poseen una amplia experiencia en este tipo de cirugías, habiendo realizado más de 150 procedimientos similares.

El procedimiento quirúrgico, que duró casi cuatro horas, requirió exponer el útero fuera del cuerpo materno para poder reparar la lesión espinal del feto con precisión extrema, minimizando riesgos para su sistema nervioso central.

Aunque la cesárea estaba programada para el 17 de junio, la madre rompió bolsa antes de lo previsto, en vísperas del Día del Padre. Ante esto, el equipo médico se activó de inmediato para realizar el parto en el propio hospital y evitar cualquier tipo de traslado o separación prematura entre madre e hija.

En el operativo participaron 21 profesionales de distintas áreas: neonatólogos, obstetras, cirujanos, expertos en cuidados críticos y enfermeros. La jefa de Neonatología del Garrahan, Patricia Bellani, quien lideró ambas intervenciones, destacó la importancia de haber concretado todo el proceso —cirugía fetal y nacimiento— en un mismo centro pediátrico público. Esto garantiza un abordaje integral y humanizado de estos casos complejos, con seguimiento médico de la niña hasta los 18 años.

En Argentina, las cirugías prenatales de este tipo se vienen realizando desde 2015 en el ámbito privado, pero muy pocas veces en hospitales públicos. Por eso, este caso representa un avance clave en términos de acceso equitativo a la salud fetal.

El mielomeningocele, forma grave de espina bífida, se produce por el cierre incompleto del tubo neural durante las primeras semanas del embarazo. Puede generar problemas motores, pérdida del control de esfínteres y hasta hidrocefalia. Las intervenciones intrauterinas, como la realizada en el Garrahan, han demostrado reducir significativamente estas complicaciones y mejorar el pronóstico del recién nacido.

Según Bellani, este tipo de cirugía mejora la motricidad, disminuye el riesgo de hidrocefalia y optimiza el desarrollo neurológico a largo plazo, aumentando las probabilidades de que los niños puedan caminar con o sin asistencia.

La obstetra Analizia Astudillo, especialista en medicina fetal y a cargo tanto de la operación como de la cesárea, se mostró emocionada: “Fue una cirugía perfecta. Operamos la malformación en la semana 27 y nació en la semana 36, con una cicatriz impecable”. Astudillo fue una de las profesionales capacitadas en Curitiba y valoró profundamente el impacto social de este logro: “Me formé para esto, para achicar la brecha entre pobreza y discapacidad”.

El cirujano Javier González Ramos, quien cerró la lesión espinal durante la operación prenatal, remarcó la magnitud del logro: “El Garrahan ha dado un paso trascendental en la medicina pediátrica argentina. Esta cirugía representa una puerta abierta a nuevas posibilidades para mejorar la vida desde antes del nacimiento”.

Después de la intervención fetal, la madre estuvo tres días internada en cuidados especiales y luego se alojó en Casa Garrahan hasta el parto, para permanecer cerca del hospital.

Del proceso participaron numerosos profesionales del Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal, como María Soledad Arbio (Terapia Intensiva Neonatal), las obstetras Daniela García, Federico Coria y Gastón Senyk (Hospital Argerich), los anestesistas Janet Barrientos y Natalia Flores, y la terapista de adultos Mariana Kirshbaum, entre otros.

Este caso marca un antes y un después en la atención pública de embarazos de alto riesgo en Argentina, y abre la esperanza de que más niñas y niños con diagnósticos complejos puedan tener un futuro con mayores posibilidades.

Destacados