La Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), que agrupa a más de 600 empresas norteamericanas, lanzó una advertencia clara: si el gobierno de Javier Milei no avanza rápido en cinco reformas estructurales, el flujo de inversiones extranjeras quedará estancado.
En su último informe, AmCham destaca que, pese al potencial argentino por sus recursos naturales y talento, la falta de cambios profundos y sostenibles podría dejar ese potencial sin concretar en desarrollo real.
Las cinco reformas que el sector privado reclama con urgencia:
Fin del cepo cambiario:
La entidad insiste en liberar el acceso al mercado de cambios para permitir el giro libre de dividendos, el pago de regalías y la cancelación de deudas. “Las actuales restricciones generan incertidumbre y paralizan inversiones productivas”, remarcan.
Reforma tributaria profunda:
Reducir drásticamente la presión impositiva aparece como clave para mejorar la competitividad. Según AmCham, la carga impositiva vigente no solo encarece operar en Argentina, sino que fomenta la informalidad y desincentiva la inversión.
Estabilidad normativa:
La cámara denuncia una “inestabilidad regulatoria constante” y llama a crear consensos duraderos entre políticos, empresarios y sindicatos. “Argentina necesita reglas claras y sostenibles en el tiempo para atraer inversiones”, insisten.
Mejora de la infraestructura:
Invertir en transporte, conectividad y servicios básicos es otra demanda central. Sectores estratégicos como energía, minería, agroindustria y economía del conocimiento requieren con urgencia mejores condiciones.
Modernización laboral:
AmCham pide actualizar el régimen laboral para aumentar la productividad y flexibilizar el empleo, sin perder derechos básicos. “El sistema actual quedó obsoleto frente a las nuevas dinámicas del mercado laboral”, argumentan.
¿Qué espera el sector privado?
El mensaje es contundente: hay disposición a invertir, pero solo si el país ofrece señales claras de compromiso político y un marco de reglas estables. “Sin reformas estructurales profundas, no habrá inversiones sostenibles ni desarrollo”, concluye el informe.
Mientras Milei avanza en desregulaciones y en negociaciones con el FMI, el empresariado estadounidense mantiene la presión para que las promesas se traduzcan en medidas concretas que mejoren el clima de negocios en Argentina.
