En medio de un clima de tensión con las provincias, Javier Milei llegará este martes a Tucumán para encabezar el acto por el Día de la Independencia… pero no estará rodeado de muchos gobernadores.
La foto institucional que buscaba la Casa Rosada se desdibuja por la fuerte disputa con los mandatarios por los fondos federales y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Desde Balcarce 50 ya avisaron: no hay espacio para negociar.
“Nosotros no tranzamos”, repiten como mantra frente a los reclamos que los gobernadores vienen impulsando en el Congreso. La falta de diálogo se refleja en las ausencias.
Solo tres confirmados… y varios ausentes de peso
Hasta el momento, los únicos gobernadores que aseguraron su presencia en la vigilia del 9 de Julio son:
Osvaldo Jaldo (Tucumán, anfitrión del evento)
Raúl Jalil (Catamarca)
Gustavo Sáenz (Salta)
Hugo Passalacqua (Misiones) figura en duda, pero aún sin confirmación oficial. En el oficialismo toman nota: la convocatoria es pobre, y más de uno esperaba una postal de unidad que no se va a dar.
Gobierno inflexible, provincias en pie de guerra
“¿Ofrecerles qué?”, disparan cerca de Milei, dejando en claro que no habrá concesiones. Mientras tanto, en el Congreso avanza un frente provincial que busca obligar al Ejecutivo a redistribuir automáticamente los ATN y coparticipar el impuesto a los combustibles. Proyectos que caen pésimo en la Casa Rosada y que podrían terminar vetados.
“El Gobierno no escucha. Ya hicimos los planteos, ahora es momento de que cumplan”, afirman desde una provincia que ya decidió no viajar a Tucumán.
La vigilia por el 9 de Julio, lejos de ser un gesto de unidad, se perfila como una postal del enfrentamiento entre la Nación y el interior.