Con el vencimiento de las facultades delegadas otorgadas por la Ley Bases, el Gobierno se prepara para anunciar una serie de decretos que implican un fuerte ajuste en el Estado. El martes 8 de julio será el día clave: Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, revelará los cambios mientras desde Casa Rosada ya anticipan una nueva etapa del plan de achique.
Entre los organismos apuntados están el INTA, el INTI, Vialidad Nacional, y los entes reguladores de energía. La comunicación oficial estará a cargo del vocero presidencial Manuel Adorni.
Recorte a fondo: autarquía en la mira y despidos en puerta
En lo inmediato, el INTA y el INTI dejarán de ser autárquicos y pasarán a depender directamente de las secretarías de Agricultura e Industria. Esta pérdida de autonomía implicará recortes presupuestarios, despidos masivos y venta de activos. Además, en el INTA se reformará el consejo directivo, quitando la representación del sector agropecuario.
En el caso del INTI, la situación es aún más drástica: será degradado a una simple “unidad organizativa” dentro del Ministerio de Economía. Para Sturzenegger, se trata de desmontar lo que define como “estructuras de poder con caja propia”.
“Los organismos descentralizados son una caja. Vamos a devolverlos a la administración central”, lanzó el ministro.
Fusiones, disoluciones y más concentración de poder
Otra medida fuerte será la creación de un nuevo Ente Nacional Regulador de Gas y Electricidad, que absorberá al ENRE y Enargas bajo control directo de la Secretaría de Energía. La fusión ya había sido planteada en 2024, pero no logró avanzar en el Congreso.
En paralelo, se avanzará con la disolución de Vialidad Nacional, la CNRT y la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Las funciones serán absorbidas por la Secretaría de Transporte y, en algunos casos, incluso por Gendarmería Nacional.
Además, se creará una nueva Agencia de Control de Concesiones, que dependerá de Luis Caputo y concentrará el monitoreo de contratos de obra pública.
Provincias en alerta: traspaso de obras, pero sin fondos
Uno de los puntos más conflictivos es el traspaso de obras nacionales a las provincias sin financiamiento. Gobernadores denuncian que las rutas están en estado crítico y que el Ejecutivo se desentiende del mantenimiento vial.
“No hay mantenimiento y eso está costando vidas”, advirtieron desde varias provincias.
El martes marcará el inicio de una nueva etapa de reformas que promete profundizar el enfrentamiento del Gobierno con los gremios estatales y los mandatarios provinciales. Para el oficialismo, es el camino hacia un Estado más chico. Para sus críticos, una desarticulación peligrosa de instituciones clave.