Durante las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo volvió a recalcar la necesidad de que Argentina acumule reservas y avance con reformas estructurales para asegurar el acceso a los mercados internacionales de capital. Sin embargo, la recomendación no está exenta de riesgos para la economía real y la población.
Reservas y estabilidad: prioridad para los mercados, no para la gente
Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, y el subdirector Nigel Chalk subrayaron que reforzar reservas es clave para reducir el riesgo país y facilitar la vuelta de Argentina a los mercados de deuda.
El FMI insistió en mantener un ancla fiscal sólida, un marco estable de política monetaria y colchones de reservas robustos. Según los funcionarios, estas medidas son “claves para un acceso duradero a los mercados internacionales de capital”. Sin embargo, estas prioridades financieras pueden implicar restricciones al gasto público y ajustes que afectan directamente a los sectores más vulnerables.
Apoyo internacional: seguridad con condiciones
El organismo destacó el swap con EE.UU. y la asistencia del Banco Mundial y el BID como instrumentos para mantener estabilidad. Pero estos respaldos suelen venir con exigencias de disciplina fiscal y reformas estructurales, limitando la autonomía económica del país y condicionando la política local.
Reformas laborales y fiscales: ¿beneficios para todos o solo para el capital?
El FMI celebró los avances del gobierno libertario en reducir la burocracia, liberar el comercio y modernizar el Estado, pero insistió en profundizar reformas laborales y fiscales. Aunque se mencionan mejoras en productividad e informalidad, estas medidas suelen traducirse en flexibilización laboral y reducción de derechos, beneficiando principalmente a inversores y grandes empresas, no necesariamente a trabajadores o emprendedores pequeños.
Inflación “controlada”: ¿una victoria relativa?
El organismo proyecta que la inflación cerrará el año en torno al 28%, presentando la cifra como un logro. Pero sigue siendo alta para la población, y la depreciación del peso demuestra que la estabilidad anunciada no siempre se refleja en el poder adquisitivo real de los argentinos.
Conclusión crítica
El FMI mantiene su clásico enfoque: estabilidad macroeconómica y acceso a mercados internacionales como prioridades, mientras que el impacto social y económico de estas políticas queda en segundo plano. Las reformas estructurales y el reforzamiento de reservas son presentados como éxitos, pero podrían profundizar la desigualdad y limitar la capacidad del país de manejar su economía de manera independiente.