El Gobierno de Javier Milei redobló su ofensiva contra el Congreso luego de que la Cámara de Diputados aprobara dos proyectos claves: el aumento del presupuesto para las universidades y la declaración de la emergencia pediátrica. Fiel a la lógica del “todo o nada”, el jefe de Gabinete Guillermo Francos fue terminante: “Todo lo que podamos vetar, lo vetaremos”.
La frase, lejos de ser un exabrupto, marca una línea de acción. Francos reconoció sin rodeos la derrota parlamentaria: “Perdimos todas”, dijo tras la sesión. Pero el Gobierno ya dejó en claro que, aunque pierda en el Congreso, va a recurrir al veto presidencial como herramienta para sostener el ajuste.
Superávit a cualquier costo
El rechazo oficial no se hizo esperar. Desde las redes de La Libertad Avanza, el mensaje fue directo: “El superávit fiscal no se negocia”. La frase fue replicada por el propio Milei, que semanas atrás ya había vetado el aumento a las jubilaciones y la ley de emergencia en discapacidad.
La lógica es la misma: todo lo que implique destinar más recursos a sectores sensibles —como la educación o la salud pública— será frenado por decreto si avanza en el Congreso.
¿Qué fue lo que se votó?
Presupuesto universitario: busca actualizar los fondos asignados a las universidades nacionales, fuertemente deteriorados por la inflación.
Emergencia pediátrica: apunta a reforzar recursos en hospitales como el Garrahan, íconos en la atención infantil del país.
Ambos proyectos fueron impulsados por la oposición y aprobados por amplia mayoría: 129 diputados dieron quórum y dejaron al oficialismo sin margen de maniobra.