El peronismo encara la recta final para cerrar listas en las 24 jurisdicciones y busca una unidad que aún no está garantizada. La pulseada mayor se juega en la provincia de Buenos Aires, donde crece la presión para que Máximo Kirchner encabece la lista de diputados nacionales como símbolo de oposición a Javier Milei.
Pero no todos están de acuerdo. El Movimiento Derecho al Futuro prefiere figuras con menor rechazo público, como el gobernador Axel Kicillof, quien aunque delegó buena parte de la estrategia en Sergio Massa y el propio Máximo, mantiene poder de decisión. En ese tablero también se mueven el sindicalista Sergio Palazzo y la legisladora Teresa García, ambos del riñón de Cristina Kirchner.
Sergio Massa, jefe del Frente Renovador, sigue operando en silencio. Asegura que no quiere ser candidato, pero esta elección podría ser su última oportunidad para reposicionarse rumbo a 2027. Su cuñado y operador provincial, Sebastián Galmarini, también figura en los planes. Sin embargo, Juan Grabois amenaza con romper el acuerdo si Massa lidera la lista bonaerense, tras dejar fuera a Patria Grande del armado de Fuerza Patria.
Las movidas en las provincias
Fuera de Buenos Aires, el peronismo afina sus propias fórmulas. En Salta, Juan Manuel Urtubey va por el Senado; en Chaco, Jorge Capitanich buscará renovar su banca enfrentando a la alianza Milei–gobernador local. En Santa Fe, suena Agustín Rossi; en Entre Ríos, Guillermo Michel; y en Córdoba, Pablo Carro. En Catamarca, el gobernador Raúl Jalil pegó el salto a Fuerza Patria de la mano de Lucía Corpacci.
En la Ciudad de Buenos Aires, el escenario está más definido: Mariano Recalde renovará su banca en el Senado, mientras que Matías Lammens y Ofelia Fernández encabezan la lista de diputados, aunque el kicillofismo quiere sumar a Victoria Montenegro.
Intendentes y gremios, en busca de espacio
La disputa interna también incluye a intendentes bonaerenses como Federico Achával, Ariel Sujarchuk y Mariel Fernández, que podrían tener candidaturas con distinto grado de protagonismo. Los gremios, cada vez más influyentes, presionan por lugares en las listas para consolidar su peso político y territorial.
