Tras la derrota en Buenos Aires, varios gobernadores le dieron la espalda a la mesa política convocada por Javier Milei y muestran señales claras de rebelión. La queja principal: la falta de recursos y la presión de los candidatos libertarios en sus provincias.
Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, no anduvo con vueltas: “Me cagaron con obras y con candidatos que me destrozan”, lanzó sobre la mesa de diálogo de Milei. En la misma línea, Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, advirtió en X: “La gente viene hablando fuerte y claro. El gobierno sigue sin escuchar, paralizado. Hay que enfrentar los graves problemas del presente”.
El malestar es generalizado: los mandatarios denuncian retenciones de fondos durante más de un año y enfrentan en sus territorios a referentes libertarios cada vez más agresivos.
Provincias Unidas al frente: acto clave en Río Cuarto
Este viernes, la Sociedad Rural de Río Cuarto será escenario de una muestra de poder de Provincias Unidas. Se reunirán seis gobernadores: Martín Llaryora (Córdoba), Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz).
La cita será más que un acto: un mensaje directo a la Casa Rosada y una señal de distancia política con Milei. Algunos gobernadores incluso felicitaron públicamente a Axel Kicillof por su triunfo, reforzando la tensión.
La mirada puesta en 2027
Los mandatarios buscan despegarse de la interna del PJ, marcada por Cristina Kirchner, La Cámpora y Kicillof. Su objetivo: construir una propuesta electoral alternativa, ni peronista ni libertaria, con proyección nacional.
El primer paso: la elección del 26 de octubre, donde intentarán consolidar una base de votantes que les permita posicionarse como un nuevo polo de poder de cara al 2027.
