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Golpe al bolsillo: en mayo, la canasta de servicios públicos trepó casi un 17% en el AMBA

Luz, gas, agua y transporte se convirtieron en protagonistas de un nuevo sacudón al bolsillo de los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), el costo total de estos servicios esenciales se disparó un 16,8% durante mayo, alcanzando los $166.559.



Este fuerte incremento se explica principalmente por la actualización de tarifas y el aumento en el consumo, especialmente en energía eléctrica y gas natural, dos servicios que comienzan a registrar mayor demanda con la llegada de los primeros fríos.

En lo que va del año, la canasta de servicios ya acumula una suba del 45%, en sintonía con el ritmo inflacionario general. Pero si se observa la evolución desde diciembre de 2023, el salto es aún más drástico: un 500% de incremento, frente a un avance del 212,5% del nivel general de precios estimado por el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA.

Gas y luz, con subas fuertes a las puertas del invierno

El mayor impacto en mayo vino por el lado del gas natural, que se encareció un 51,5% en comparación con abril, anticipando lo que será una temporada invernal más costosa para los hogares. La energía eléctrica, en tanto, subió un 28,9%, mientras que el agua tuvo un ajuste del 4,4% y el transporte del 3,4%.

Comparado con mayo de 2024, la canasta total de servicios muestra un incremento interanual del 45%. Entre los componentes, el transporte lideró con una suba del 54%, seguido por la electricidad con un 48%, el agua con un 42% y el gas natural con un 30%.

Desde el IIEP explicaron que “mayo es un mes donde empieza a sentirse el efecto del frío, lo que incrementa significativamente el consumo energético. Esto impacta directamente en las facturas finales de los hogares”.


Gráfico de IIEP.

Menos subsidios: más hogares pasaron a la categoría de altos ingresos

Actualmente, las familias del AMBA cubren en promedio el 56% del costo real de los servicios públicos, mientras que el Estado subsidia el 44% restante. Sin embargo, esta proporción varía dependiendo del nivel de ingresos y del tipo de servicio.

Con la última actualización del padrón del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), se produjo un fuerte incremento en la cantidad de hogares considerados de altos ingresos. En el caso del servicio eléctrico, unos 2,1 millones de usuarios dejaron de pertenecer al segmento de bajos ingresos (N2) y pasaron a integrar el nivel 1 (N1), que paga hasta el 74% del costo real de la energía. Además, cerca de 400 mil hogares pasaron a la categoría de ingresos medios (N3).

En el gas natural, la tendencia fue similar: el reempadronamiento redujo la cantidad de beneficiarios de los niveles N2 y N3, mientras que la categoría N1 se expandió con más de 450 mil nuevos usuarios.

Este reordenamiento en el esquema de subsidios tiene un impacto directo en el nivel de asistencia estatal y marca un giro en la política de segmentación, donde cada vez más hogares deben afrontar una porción mayor del costo real de los servicios públicos.

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