La industria riojana atraviesa un momento crítico y, según advierte Juan Carlos Serrano, vicepresidente de la Unión de Industrias Riojanas (UNIR), la situación hace “imposible proyectar” a futuro.
En diálogo con un medio local, Serrano hizo un balance de los despidos “por goteo” que se producen en el Parque Industrial, la inconsistencia económica nacional y las expectativas sobre las elecciones legislativas del 26 de octubre.
“Estamos frente a la misma crisis sostenida que venimos afrontando desde hace casi dos años: bajo consumo y aumento de las importaciones que compiten de manera desigual con los productos nacionales. A esto se suman las constantes variaciones macroeconómicas: un día las tasas están en 24%, al otro en 60%, y ayer se llegó al 104% para endeudarse. Con un consumo tan deteriorado, más la carga impositiva y demás factores, las empresas no invierten, no incorporan personal ni amplían su capacidad productiva. Planificar y proyectar se volvió imposible”, señaló.
Serrano también advirtió sobre la dificultad de conformar equipos de trabajo en medio de los despidos. “El mayor desafío es mantener gente capacitada bajo relación de dependencia, con paritarias nacionales. Si hay despidos y no se reponen, no se puede lanzar una nueva línea de productos. Esto deprime la producción y afecta las ventas, sobre todo frente a productos importados que ingresan sin impuestos ni controles. No tenemos problemas en competir, pero queremos hacerlo con las mismas reglas”, explicó.
Sobre las elecciones legislativas, el vicepresidente de UNIR opinó: “El resultado será variable. La semana posterior habrá un shock positivo o negativo según la reacción del electorado, y luego se irá estabilizando. Esto generará movimiento en la industria y la agroindustria, por lo que habrá que estar atentos y trabajar para sostener lo que se construyó durante tantos años”.