A menos de 24 horas del cierre del plazo para inscribir frentes electorales, Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner mantuvieron una reunión reservada en la Gobernación bonaerense para avanzar en un acuerdo de unidad del peronismo en la provincia de Buenos Aires.
El objetivo es conformar un frente electoral común que reúna al PJ bonaerense, el Frente Renovador, Nuevo Encuentro, Kolina, Unidad Popular, el Frente Grande y agrupaciones locales. Las conversaciones avanzan con cautela, en un contexto de desconfianza entre sectores, pero con pasos firmes hacia un consenso que permita competir con una sola boleta en el distrito más grande del país.
Reglas compartidas y apoderados cruzados
Uno de los puntos centrales del acuerdo es la creación de un reglamento interno que establezca un sistema de “apoderados cruzados”. Este esquema implica que toda decisión estratégica dentro del frente deberá contar con el aval conjunto de las tres principales fuerzas: el kirchnerismo, el massismo y el sector nucleado en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF).
Además, se trabaja en una lógica común para la definición de candidaturas, tanto en municipios oficialistas como opositores. Este martes continuaron las reuniones técnicas en la Secretaría General de Gobierno, a cargo de Agustina Vila, con la participación de representantes de todos los espacios involucrados.
Kicillof lanza su campaña en medio de la tensión por las boletas
Mientras se afina el acuerdo político, Kicillof comenzó a mostrarse en clave electoral. En un acto en Pilar, el gobernador lanzó un mensaje directo: “En democracia decide el pueblo. Tenemos que elegir si queremos una provincia con más salud, educación y trabajo, o si todo se abandona”.
Uno de los puntos que inquieta al oficialismo es la decisión que deberá tomar la Junta Electoral bonaerense sobre el diseño de las boletas. Con La Libertad Avanza decidida a competir con su boleta violeta, en el peronismo temen que se genere confusión y se dificulte la identificación de sus listas.