Mientras el Congreso avanza con leyes que incomodan al Ejecutivo, el gobierno de Javier Milei endurece su postura: vetos por decreto y acusaciones a las provincias.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete, defendió este viernes la decisión de vetar las recientes leyes aprobadas, como la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad.
Francos no dudó en culpar a los gobernadores por el fracaso del ajuste fiscal en sus provincias y atribuyó el revés en el Senado a la coyuntura electoral: “Estamos a tres meses de las elecciones nacionales. Cada sector hace su juego”, sostuvo. Y redobló: “La gran mayoría de los gobernadores no avanzaron con el ajuste fiscal en sus provincias”.
Acusaciones cruzadas: Nación vs. provincias
En su relato, Francos aseguró que los recortes nacionales afectaron más a la Nación que a las provincias y que los impuestos eliminados no tocaban “ni un solo peso” de la coparticipación. Sin embargo, admitió que en algunos casos el gobierno decidió romper puentes con ciertos mandatarios, lo que generó consecuencias en el Congreso.
Desde el oficialismo insisten en que detrás de las derrotas legislativas hay una lógica electoral, no diferencias reales de fondo.
Debate legal: ¿puede Milei llevar leyes al Poder Judicial?
Ante la amenaza del presidente de judicializar normas ya aprobadas por el Congreso, los constitucionalistas salieron al cruce. Andrés Gil Domínguez fue tajante: “La insinuación de Milei de llevar a la Justicia una ley sancionada por el Congreso no tiene fundamento constitucional”.
Diego Armesto coincidió: “No podés impugnar un proceso constitucional. Si el Presidente dice que va a vetar, está reconociendo la validez del acto legislativo”.
Mayans contraataca: “Las provincias están siendo estafadas”
Desde el Senado, José Mayans (UxP) advirtió que las provincias deben resistir los vetos presidenciales. Apuntó directamente a la deuda del Ejecutivo con la provincia de Buenos Aires: “Nación le debe $11 mil millones. Esa deuda nace del préstamo que tomó Milei con el FMI”.
En este contexto, el oficialismo se enfrenta a un Congreso adverso y a una creciente tensión con los gobernadores. Para sostener los vetos y evitar nuevos reveses, en Casa Rosada ya activaron una estrategia: seducir a los mandatarios para alcanzar el “número mágico” que les garantice gobernabilidad… o al menos, frenar la rebelión.
