La producción industrial argentina volvió a caer en septiembre y profundiza la recesión económica: el índice de producción manufacturera (IPI) del Indec retrocedió 0,7% interanual, con retrocesos generalizados en sectores clave como textiles, automotriz y metalmecánica, mientras que solo algunos rubros lograron leves repuntes.

Textiles y metalmecánica, los más golpeados
La industria textil fue la más afectada, con una caída del 20,5%, abarcando hilados, tejidos y prendas de vestir, presionada por la menor demanda interna y los mayores costos de insumos importados.
El sector automotriz registró un retroceso del 2,5%, arrastrado por la caída de exportaciones a Brasil y las restricciones financieras en el mercado local. Por su parte, las industrias metálicas básicas bajaron 1%, y la fabricación de productos metálicos se desplomó 11,8%, reflejando la debilidad de los proveedores de maquinaria y equipamiento.
Algunos sectores logran repuntes aislados
Pese a la caída generalizada, la refinación de petróleo y derivados creció 7,6%, y los productos químicos avanzaron 2,2%. Sin embargo, estos rubros representan un peso limitado dentro del total industrial frente al derrumbe de las ramas que más empleo generan.
Otras áreas en retroceso incluyen productos de caucho y plástico (-11,1%) y minerales no metálicos (-6%), estrechamente ligados a la construcción. En total, siete de las 16 divisiones industriales mostraron caídas interanuales.
Construcción: crecimiento que empieza a enfriarse
La construcción mostró un aumento del 6,8% interanual, pero la serie tendencia-ciclo cayó 0,5%, indicando un freno en la expansión. Entre los insumos, mosaicos graníticos (+42,9%), artículos sanitarios (+42%) y asfalto (+27,1%) crecieron, mientras que pisos cerámicos (-7,6%), ladrillos (-4,3%) y cales (-4,1%) retrocedieron.
En resumen, aunque algunos subsectores logran mantenerse activos, los indicadores reflejan que la actividad económica y el consumo de materiales esenciales para obras medianas y pequeñas muestran signos claros de debilidad. La industria argentina sigue en rojo y la recesión parece consolidarse.