El juez federal de San Isidro, Lino Mirabelli, ordenó secreto de sumario en la causa que investiga si el diputado José Luis Espert se benefició con dinero del empresario narco Federico “Fred” Machado durante la campaña presidencial de 2019. En apenas dos años, la fortuna del economista se disparó un 789%, generando fuertes sospechas sobre el origen de los fondos.
El pacto y el salto patrimonial
Según la denuncia presentada por Juan Grabois, Machado habría prometido hasta 5 millones de dólares a la campaña de Espert, aunque parte de ese dinero no habría ido a la política, sino directamente a su patrimonio personal.
Los movimientos llaman la atención:
Una semana después de las elecciones de 2019, Espert compró junto a su esposa una casa de 250 m² en Beccar.
En 2020 sumó un BMW M240i Coupé valuado en 90 mil dólares.
Ese mismo año fundó Varianza SA, una sociedad sin actividad declarada hasta 2024.
El salto patrimonial más fuerte se dio entre 2022 y 2024: pasó de $29,5 millones a $261 millones. Incluso en 2023, pese a declarar ingresos por $54 millones, su patrimonio creció $92 millones, dejando un agujero contable bajo investigación.
Sacudón político y defensa oficialista
El caso golpeó al oficialismo en plena campaña. Patricia Bullrich pidió explicaciones: “Cada uno tiene que salir a hablar para no ensuciar al Presidente ni al proyecto”.
Espert admitió que Machado le prestó un avión para la campaña, pero negó haber recibido dinero. “Es una opereta del kirchnerismo”, dijo, apuntando contra Grabois. Desde la Casa Rosada, Milei lo respaldó: “Si creyera que alguno está sucio, ya lo hubiera echado”.
La Justicia deberá resolver ahora si la investigación continúa en San Isidro o pasa a Comodoro Py, donde ya existe otra causa por el mismo escándalo. Lo cierto es que el futuro político y judicial de Espert parece cada vez más atado a su pasado.
