Adolfo Scaglioni, ministro de Agua y Energía de La Rioja, destacó la magnitud del desafío hídrico en la provincia y las obras en marcha para garantizar agua potable durante el verano.
“La cuestión hídrica en La Rioja es la más difícil de manejar. No hay comparación con ninguna otra provincia argentina: la carencia de agua aquí es sobresaliente. Por eso debemos agudizar el ingenio y rodearnos de gente capaz que nos ayude a paliar estas situaciones y a garantizar que cada vez menos personas carezcan del vital elemento”, aseguró Scaglioni en diálogo con Medios El Independiente.
El ministro subrayó que el trabajo en su ministerio no tiene horarios ni días festivos: “No hay fines de semana ni feriados. Siempre hay que estar atentos con equipos desplegados en toda la provincia”.
Actualmente, equipos del ministerio trabajan en distintos puntos: Villa Unión, Jagüé y Ulapes, localidades que se encuentran a más de 260 kilómetros de la capital provincial. Scaglioni destacó la inminente habilitación de un acueducto que permitirá llevar agua a Ulapes, así como los trabajos finales en Chamical sobre el dique trasvase, una obra que comenzó gobiernos anteriores y que el gobernador Quintela decidió finalizar.
“Este dique trasvase recibirá agua del río Tirante y la trasladará al dique La Agüadita. Cuando este último se llene, el excedente será conducido por un canal de más de 40 kilómetros hacia distintas represas en los campos de Chamical. Además de resolver problemas críticos de abastecimiento, esta obra potenciará el turismo en la zona”, explicó.
Scaglioni destacó que todas estas iniciativas se realizan con presupuesto provincial y administración directa, utilizando caños suministrados por GRIPSA y el trabajo del personal propio del ministerio.
“Estamos trabajando intensamente para asegurar un servicio de calidad y garantizar que el agua llegue a todas las familias riojanas durante la temporada estival”, concluyó.