Un informe de la UBA encendió una nueva alarma sobre el consumo: las familias compran menos alimentos y productos básicos, y cada vez dependen más de la tarjeta para llegar a fin de mes. El endeudamiento crece y la morosidad se dispara.
Según el Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, las ventas en autoservicios mayoristas cayeron 8,4% interanual en agosto, mientras que los supermercados apenas mostraron un leve repunte del 0,34%, pero con una baja mensual del 0,23%.
Desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, la contracción es contundente: las ventas mayoristas están 35% por debajo de diciembre de 2023 y las de los supermercados 27% menos. En total, el consumo en autoservicios acumula una caída del 21% y en supermercados del 9%, lo que refleja una pérdida profunda del poder adquisitivo.
Más tarjeta, más deuda, más morosos
El estudio también muestra un cambio fuerte en los hábitos de pago. Entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, el uso de tarjetas de crédito en supermercados subió del 39% al 45%, mientras que los pagos con débito cayeron del 34% al 26% y el efectivo del 20% al 16%.
Las promociones siguen tentando, pero cada vez más hogares usan el crédito como único recurso para comprar comida o artículos de higiene. El problema: la morosidad en el crédito al consumo saltó 147% desde el inicio del gobierno libertario, pasando del 2,5% al 6,2% en julio de 2025.
Los economistas advierten que el fenómeno responde a un agotamiento del ingreso real: los salarios apenas empatan la inflación y los gastos fijos se llevan casi todo el presupuesto. Sin recuperación del poder de compra ni del mercado interno, el consumo seguirá planchado en los próximos meses.