En una nueva cumbre del Mercosur, Javier Milei volvió a encender la mecha. Mientras se mostraba sonriente junto a sus pares de la región —incluido el presidente de Brasil, Lula Da Silva—, lanzó una advertencia tajante: Argentina podría abandonar el bloque si no avanza la apertura comercial. “Emprenderemos el camino de la libertad acompañados o solos”, disparó.
El mandatario argentino criticó con dureza el rumbo del Mercosur y lo acusó de ser un obstáculo para el crecimiento. En su discurso, apuntó contra lo que definió como una “cortina de hierro” que aísla al bloque del mundo, y reclamó mayor libertad económica y autonomía para los países miembros. “Debemos dejar de pensar al Mercosur como un escudo que nos proteja del mundo y empezar a verlo como una lanza para conquistar nuevos mercados”, sostuvo.
Golpes al modelo actual del bloque
Milei no se guardó nada. Aseguró que el Mercosur “no cumplió sus objetivos”, que el accionar conjunto “perjudicó a la mayoría de los ciudadanos” y que terminó “frenando el crecimiento” de las economías de la región. En ese sentido, propuso avanzar hacia un esquema regulatorio más libre, con menos trabas y más acuerdos bilaterales, especialmente con Estados Unidos.
Mensaje a Venezuela y guiño a las Malvinas
El presidente también aprovechó para cuestionar al régimen de Nicolás Maduro. Condenó las “detenciones ilegales” en Venezuela y pidió la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo. Además, ratificó la posición histórica sobre las Malvinas: “Son territorio argentino ocupado desde 1833”.
Traspaso de mando y advertencia final
Milei le cederá la presidencia pro tempore del bloque a Lula Da Silva, con quien mantiene una relación tensa. Sin embargo, bajó el tono en ese aspecto y cerró con una advertencia más amplia: “Nuestra Nación ha decidido dejar atrás décadas de estancamiento. Está en los socios del Mercosur decidir si quieren ayudarnos a seguir el camino que hemos elegido”.
