El golpe fue duro y dejó a la Casa Rosada en estado de shock. La Libertad Avanza (LLA) sufrió una derrota aplastante en la provincia de Buenos Aires frente a Fuerza Patria, que se impuso por 13 puntos, y ahora Javier Milei se ve obligado a repensar toda su estrategia política.
En Balcarce 50 reconocen que la caída los dejó “paralizados” y que llegó la hora de barajar y dar de nuevo. “Tenemos que volver a las prácticas que nos hicieron ganar en 2023”, deslizó un dirigente cercano al Gabinete, en referencia a recuperar la frescura y la impronta original del espacio libertario.
El regreso de Caputo y la pulseada con los Menem
Uno de los nombres que vuelve a sonar fuerte es el de Santiago Caputo. El asesor presidencial, relegado en los últimos meses, reapareció al lado de Milei tras la derrota y crecen las versiones sobre su vuelta como cerebro de la estrategia oficial.
La otra incógnita está en los Menem, Martín y Eduardo, piezas clave de la mesa chica que orbitan alrededor de Karina Milei. Aunque hay quienes los quieren afuera, en la Rosada insisten: “La única voz que vale es la del Presidente”, lo que hace improbable un corrimiento de la familia riojana.
El giro obligado: volver a negociar con las provincias
El aislamiento político quedó al desnudo. El Gobierno se había encerrado en su propio sello, descuidando la relación con los gobernadores. Esa desconexión terminó dando aire a Provincias Unidas, un frente que amenaza con instalarse como la tercera vía entre el kirchnerismo y el mileísmo rumbo a octubre.
Dentro de LLA admiten que el error fue grave: “Fallamos en convencer al electorado. Hay muchas cosas que tenemos que corregir”, reconoció un referente oficialista.
Causas y advertencias
En la Rosada señalan tres factores clave detrás de la derrota:
Los candidatos elegidos, que no terminaron de cuajar.
El escándalo de los audios de Spagnuolo, que golpearon la credibilidad del espacio.
La ruptura con aliados, que debilitó la estructura electoral en los territorios.
Por ahora no hay anuncios de cambios inmediatos, pero la presión interna aumenta. “El Presidente tiene que ordenar todo y poner las cosas blanco sobre negro”, avisan cerca de Balcarce 50.
La derrota bonaerense no fue un tropiezo más: obligó a Milei a aceptar que sin alianzas y sin un rumbo más claro, octubre puede ser todavía más doloroso.

