El presidente llega a las legislativas bonaerenses en medio de tensiones internas, crisis económica y escándalos que golpean a su círculo más cercano.
Elecciones clave en Buenos Aires: ¿fin del auge libertario?
Javier Milei inició la campaña con expectativas de triunfo en la provincia de Buenos Aires, pero hoy su liderazgo está en jaque. La promesa de “enterrar al kirchnerismo” se convirtió en una prueba de supervivencia frente a un clima de desconfianza, disputas internas y un escenario económico debilitado.
Las denuncias de corrupción en el área de Discapacidad, sumadas a audios comprometedores de Diego Spagnuolo y grabaciones clandestinas a Karina Milei, profundizaron la sensación de caos en la Casa Rosada. El intento de censurar su difusión, respaldado por la justicia, solo aumentó las tensiones con la oposición.
Crisis política, financiera y de alianzas
La improvisación económica marcó la última semana: el Gobierno tuvo que intervenir el mercado cambiario, incumpliendo compromisos con el FMI y generando dudas sobre la estabilidad del programa económico. Además, Milei perdió respaldo en el Congreso tras el rechazo a su veto sobre la ley de Discapacidad y el avance de un proyecto que limita el uso de DNU.
El cierre de campaña en Moreno evidenció un oficialismo fracturado, con encuestas desfavorables y la sombra de la inseguridad tras la presencia de barrabravas en el acto. Mientras tanto, Axel Kicillof busca capitalizar el desgaste del libertario con un discurso opositor que reaviva la polarización.
El resultado bonaerense no solo definirá la fuerza electoral de Milei, sino también el clima político en el que deberá rearmar su estrategia de gobierno.