El presidente Javier Milei reapareció con un mensaje explosivo luego del tenso cierre de listas en la provincia de Buenos Aires. Sin nombrar a sus rivales, dejó duras críticas y una advertencia a quienes —según él— no entienden la magnitud del enemigo político que enfrentan.
Desde su cuenta de X, el mandatario lanzó:
“Cuando pasan cosas como las de anoche me pregunto qué pensarán los imbéciles que acusan de violentar a la República porque los modales no son de su agrado. No dimensionan el monstruo que enfrentamos. De hecho, el monstruo vive porque cuando lo ven se orinan en las patas. VLLC!”
El mensaje llegó pocas horas después de que se confirmara el acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO para compartir listas en la provincia de Buenos Aires. La negociación estuvo marcada por internas, recelos mutuos y condiciones impuestas por Karina Milei. Aunque se logró una foto de unidad, el proceso dejó heridas abiertas y malestar en ambas fuerzas.
Antes de su explosiva publicación, Milei ya había mostrado su enojo compartiendo un mensaje del influencer libertario Nicolás Pareja, que denunciaba la postergación del cierre por un corte de luz como una muestra de “las mismas y lamentables viejas maniobras de siempre”.
También difundió mensajes de respaldo de aliados como el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y del exgobernador Carlos Ruckauf, en una señal de que busca mostrar cohesión en un momento clave.
“La pelea es entre el kirchnerismo y la libertad, entre el statu quo y el cambio, entre la pobreza y el progreso”, sentenció el Presidente, cerrando con su ya clásico “¡Viva la libertad, carajo!”.
Tensión también en el peronismo
Del otro lado, el peronismo no tuvo un cierre mucho más ordenado. La ruptura entre Axel Kicillof y el núcleo duro del kirchnerismo expuso las fracturas internas. Si bien el gobernador logró conservar el control en cinco de las ocho secciones electorales, la incertidumbre persiste dentro del espacio opositor, con fuertes cuestionamientos a su liderazgo y señales de desconexión con La Cámpora.
El escenario rumbo al 7 de septiembre ya está planteado: oficialismo con alianzas frágiles, oposición peronista dividida, y un clima de campaña que promete ser más áspero que nunca.
