El gobierno de Javier Milei formalizó la cesión directa de una central hidroeléctrica en Lago Escondido a Hidden Lake SA, firma vinculada al magnate británico Joe Lewis, conocida por operar como pantalla para el dominio extranjero de tierras estratégicas en la Patagonia.
La adjudicación se hizo sin licitación pública ni llamado abierto, consolidando el control de una planta de 7,2 MW instalada durante la gestión de Macri, que goza de tarifas privilegiadas, cobrando hasta diez veces más que otras represas estatales.
Hidden Lake está en el centro de denuncias por violar la ley de Seguridad de Fronteras, que prohíbe la compra de tierras por extranjeros en una franja cercana a la frontera con Chile. Para esquivar esta norma, Lewis habría usado empresas con testaferros argentinos. Además, la Inspección General de Justicia pidió en 2022 la intervención judicial y disolución de la firma por no cumplir con su actividad declarada.
Joe Lewis, recientemente condenado en EE.UU. por uso de información privilegiada, también fue protagonista del “escándalo de los huemules”: un viaje secreto a su estancia patagónica con jueces, fiscales y empresarios vinculados al macrismo.
Mientras tanto, el acceso público a Lago Escondido sigue cerrado y custodiado por seguridad privada. La combinación de poder económico, maniobras legales y respaldo estatal abre una nueva polémica sobre el dominio extranjero de recursos estratégicos en la Patagonia.