El presidente Javier Milei firmará la próxima semana el veto a tres proyectos legislativos que se aprobaron recientemente: la moratoria previsional, los aumentos jubilatorios y la emergencia en discapacidad. En la Casa Rosada están convencidos de que contarán con los votos suficientes en el Congreso para mantener esos vetos, tras cerrar acuerdos con sectores aliados del radicalismo y del PRO.
Desde el entorno presidencial aseguran que ya sumaron a seis diputados radicales a su interbloque, conocidos como los “radicales con peluca”, entre ellos Mariano Campero (Tucumán) y Martín Arjol (Misiones). Esta estrategia, impulsada por el presidente de la Cámara, Martín Menem, busca consolidar el respaldo para rechazar las normas.
El objetivo de Milei es evitar que se reinstalen leyes que implican un gasto fiscal significativo. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el veto a la emergencia en discapacidad impediría un gasto equivalente entre 0,28% y 0,51% del PBI, mientras que el veto a la moratoria previsional frenaría un desembolso de 0,39% del PBI.
Aunque reconocen que el tema discapacidad genera tensiones incluso dentro del oficialismo —como admitió el diputado Mario Cervi (Neuquén)—, desde el Gobierno aseguran que el veto será rotundo y sin concesiones, descartando por ahora compensaciones específicas desde el Ministerio de Salud.
La mesa política del Gobierno volvió a reunirse con todos sus integrantes para enfocarse en garantizar la sostenibilidad parlamentaria de estos vetos. Se espera además el apoyo de gobernadores aliados, como Marcelo Orrego (San Juan), y que algunos diputados del PRO que se habían abstenido modifiquen su postura.
Mientras tanto, el oficialismo decidió suspender anuncios de nuevas medidas y concentrar todos sus esfuerzos en la negociación política dentro del Congreso.