El presidente Javier Milei hizo del veto una pieza clave de su arquitectura de poder. En menos de ocho meses, ya rechazó dos leyes aprobadas por el Congreso y anticipó que hará lo mismo con otras tres.
El mensaje es claro: cualquier iniciativa que se aparte de su dogma del déficit cero será bloqueada, incluso si cuenta con respaldo político mayoritario.
Tres vetos en camino: jubilaciones, moratoria y discapacidad
Durante la última sesión del Senado —que el oficialismo tildó de “irregular”— la oposición logró aprobar tres proyectos sensibles:
Un aumento adicional para los haberes jubilatorios.
La prórroga de la moratoria previsional.
La declaración de la emergencia para personas con discapacidad.
Las tres leyes fueron aprobadas por amplia mayoría, pero ya tienen el rechazo presidencial garantizado. “Vamos a vetar. Y si el veto se cae, lo vamos a judicializar”, advirtió Milei. El Ejecutivo también cuestiona la validez de la sesión, lo que suma un ingrediente judicial al conflicto político.
Los vetos que ya ejecutó
Hasta ahora, Milei aplicó el veto presidencial en dos casos emblemáticos:
Nueva fórmula jubilatoria: incluía una compensación por la inflación de enero.
Financiamiento universitario: impulsada tras las masivas protestas en defensa de la educación pública.
Ambas leyes fueron aprobadas con respaldo transversal en el Congreso, pero frenadas por un Ejecutivo que no negocia cuando se trata de números fiscales.
Qué dice la Constitución sobre el veto
El veto presidencial está contemplado en el artículo 83 de la Constitución. Le permite al presidente rechazar total o parcialmente una ley aprobada por el Congreso. Pero no es una herramienta definitiva: el Parlamento puede insistir si logra reunir una mayoría especial de dos tercios en ambas Cámaras. En ese caso, el Ejecutivo está obligado a promulgarla.
Un recurso legal, pero con costo político
Aunque es una atribución constitucional, el uso sistemático del veto —especialmente contra leyes que apuntan a sectores vulnerables como jubilados, discapacitados o estudiantes— puede erosionar el capital político del Gobierno.
Además, llevar al plano judicial decisiones del Congreso abre un frente institucional inédito desde el retorno democrático. Las tensiones entre poderes podrían entorpecer futuras negociaciones para avanzar con reformas que el propio oficialismo considera estructurales.
¿Cuántos presidentes vetaron más leyes?
Según datos del sitio Chequeado, estos son los presidentes que más vetaron leyes desde 1983:
Carlos Menem: 109 vetos en su primer mandato, 86 en el segundo.
Raúl Alfonsín: 49 vetos.
Fernando de la Rúa: 46 vetos.
Javier Milei: 2 vetos en 8 meses y otros 3 en camino.
Si mantiene el ritmo, Milei podría escalar posiciones en ese ranking, consolidando al veto no solo como una herramienta institucional, sino como un símbolo de su estilo de gobierno: sin concesiones, incluso frente al Congreso.