La mora bancaria no da tregua: por sexto mes consecutivo, los préstamos y las tarjetas de crédito de las familias registran aumentos preocupantes. Los datos del Banco Central muestran que la irregularidad en el total del crédito al sector privado subió 0,3 puntos en junio, alcanzando el 2,9%, el nivel más alto desde enero del año pasado.
Las líneas destinadas al consumo son las más afectadas. La mora de los préstamos personales llegó al 6,5% del total en junio, un aumento de 0,9 puntos en el mes y de 2,3 puntos respecto a junio del año pasado. Por su parte, las tarjetas de crédito registraron un 4,9% de morosidad, medio punto más que en mayo y 2,9 puntos más que en 2024.
“No solo preocupa el nivel de irregularidad de las familias —que promedia 3,3% en los últimos 20 años—, sino la velocidad con la que está creciendo”, advirtió la consultora Equilibra.
El escenario no mejora: el incremento de las tasas de interés complica a quienes quieran refinanciar deudas. Según la consultora Épyca, “las familias que no logren pagar estos créditos difícilmente podrán refinanciarlos, y si lo hacen será a tasas altísimas”.
La tendencia al alza de la morosidad podría golpear aún más la actividad económica, en un contexto donde los aumentos salariales quedaron por debajo de la inflación y el crédito sigue creciendo en un entorno volátil.