Después de años alejada del foco público, Clara Vega, ex senadora conocida por haber nombrado a varios familiares en el Congreso, reapareció como candidata a diputada provincial por la Alianza Potencia Federal. Y, como era de esperar, vino con discurso de manual: “La política tiene que estar al servicio de la gente”.
Durante su visita a Radio Fénix, Vega aseguró que busca recuperar la confianza de los riojanos en las instituciones y remarcó la importancia de la transparencia, el control y la participación ciudadana. “Durante años vimos cómo las decisiones se tomaban lejos de la gente. Nosotros queremos revertir eso, generar cercanía y participación”, afirmó, sin mencionar que en su propio historial la cercanía política de algunos familiares con el poder fue más que evidente.
La candidata prometió leyes que fortalezcan los mecanismos de control institucional y recuperar el rol contralor de la Legislatura. “No puede ser un ámbito de obediencia al poder de turno”, insistió. Sin embargo, muchos se preguntan si esta nueva etapa de Vega traerá cambios reales o será otra vuelta de tuerca al mismo estilo político de siempre, con discurso de renovación y agenda de austeridad, pero con la misma práctica clientelista que la caracterizó en su mandato anterior.
Por último, aseguró que su compromiso “es con la gente, no con los partidos” y habló de devolver dignidad a la función pública con honestidad y empatía. Palabras tentadoras… pero que, dada su trayectoria, invitan más a la duda que a la certeza. La pregunta que queda flotando es: ¿los riojanos se dejarán convencer por promesas recicladas o esta vez Vega podrá demostrar que la política puede cambiar de verdad?
