El 7 de noviembre se abrirán las ofertas para la reprivatización de cuatro represas hidroeléctricas —Alicurá, El Chocón, Arroyito y Piedra del Águila—, con una recaudación estimada entre US$500 y US$700 millones.
Entre los interesados están los actuales operadores (AES Argentina, Enel, Central Puerto y Orazul) y nuevos jugadores como Pampa Energía, Genneia, Edison Energía y Aluar.
Según fuentes oficiales, “las represas son activos superavitarios que generan mucho interés” y forman parte del núcleo del plan energético del Gobierno.
Además, la administración Milei avanza en la venta de las acciones del Estado en Transener, principal transportista de energía eléctrica del país, y analiza desprenderse de participaciones en centrales generadoras antes de 2026.
Lo que viene: rutas, agua, trenes y la hidrovía
El plan de privatizaciones incluye también una segunda etapa de licitaciones sobre rutas nacionales bajo control de Corredores Viales, que abarcan más de 4.400 kilómetros.
Entre los próximos pasos:
AYSA: en proceso de valuación para colocar acciones en Bolsa.
Belgrano Cargas: licitación prevista entre fines de noviembre y principios de diciembre, con fuerte interés del sector cerealero y minero.
Hidrovía Paraná-Paraguay: nueva licitación a fines de diciembre.
Nucleoeléctrica Argentina: habilitada para una privatización parcial.
La agenda 2026: “Ley Bases 2” y más ventas
Para el primer semestre de 2026, el Ejecutivo prepara una “Ley Bases 2” o una batería de proyectos específicos que habiliten una segunda ola de ventas.
Entre las próximas candidatas figuran Arsat, Correo Argentino y Aerolíneas Argentinas, tres empresas con alto peso político y económico.
El objetivo, repiten en Casa Rosada, es “sacar al Estado de la economía y consolidar el proceso de modernización del país”.