El gurú quedó relegado a un rol simbólico tras el cierre de listas. Karina tomó el control absoluto del armado libertario y lo dejó sin poder real. Fantino sugirió que Caputo quiso irse. En el entorno de Milei hablan de “golpe blando” y ni lo mencionan.
Santiago Caputo, cerebro de la campaña que llevó a Javier Milei a la Casa Rosada, quedó al margen del círculo de decisiones. Según confirmó La Política Online, el llamado “triángulo de hierro” entre el presidente, su hermana Karina y el asesor estrella, ya no existe. El poder quedó en manos de Karina Milei, que desplazó sin miramientos a Caputo tras el temblor que generó el cierre de listas.
La decisión no fue menor: Caputo fue degradado a un rol casi decorativo como “estratega de campaña”. Sin voz ni voto en el armado político ni en la gestión, quedó reducido a una figura secundaria. Su influencia se limita ahora a espacios técnicos o residuales del gobierno.
El periodista Alejandro Fantino —con llegada directa a Milei— lanzó la bomba: Caputo estuvo a punto de renunciar, pero se quedó para manejar una supuesta “estrategia no terrenal”, lejos del barro del poder real.
Karina, la nueva dueña del poder
La gran ganadora del reordenamiento interno fue Karina Milei. Desde el cierre de listas demostró que es la jefa del armado libertario. Se cargó a varios aliados históricos y consolidó su control sobre la estructura nacional del partido. Caputo, enfrentado con ella desde hace meses, terminó cediendo espacio para no quedar completamente fuera.
En el entorno libertario el impacto fue inmediato: silencio total en Las Fuerzas del Cielo y apagón digital absoluto. Hasta los trolls más ruidosos, como el célebre “Gordo Dan”, desaparecieron. Aunque se especula con una posible reaparición junto a Milei en Córdoba, como gesto de fidelidad al presidente.
El asesor mantiene algunas cajas, pero perdió el timón
Caputo aún conserva poder en ciertas áreas sensibles del Estado. Maneja la Aduana, tiene injerencia en la SIDE, el ARCA, y maneja la pauta de YPF a través de su socio Guillermo Garat. También retiene espacios en Salud con su operador Rodrigo Lugones.
Pero su rol estratégico está muerto. Ya no incide en el rumbo del gobierno ni en el armado electoral. Karina Milei y el clan Menem tomaron el control total del territorio.
¿Villarruel detrás de un “golpe blando”?
Fantino dejó además una advertencia inquietante: en el entorno presidencial sospechan que Victoria Villarruel podría estar moviendo piezas junto a sectores financieros para forzar un “golpe blando” contra Milei antes de octubre. En ese juego de poder, Caputo directamente no aparece.