Zoe Valentina Robledo, la niña de 7 años que había sido baleada mientras jugaba en el patio de su casa en el barrio San Cayetano, murió anoche a causa de la grave herida en la cabeza. Su madre, Claudia, confirmó la noticia entre lágrimas y pidió justicia: “Mi hija acaba de fallecer. Que los asesinos paguen”.
La víctima había sido internada el jueves, luego de recibir un disparo efectuado desde la vereda por un grupo de jóvenes que, según la investigación, actuaron de manera coordinada. Uno de ellos, apodado “Chueco”, habría sido quien abrió fuego sin mediar discusión, alentado por sus cómplices. Un disparo impactó en la cabeza de Zoe, que fue trasladada de urgencia al Hospital de Niños, donde permaneció internada más de un día hasta su fallecimiento.
Durante la madrugada del sábado, la Policía de Tucumán detuvo a los dos prófugos que faltaban y ya son cuatro los sospechosos apresados por el homicidio. Desde el Ministerio de Seguridad confirmaron que entre ellos está “El Chueco”, señalado como el autor material del ataque. Todos presentan antecedentes delictivos.
La Unidad de Homicidios I, a cargo del fiscal Pedro Gallo, había imputado inicialmente a dos de los detenidos —un joven de 19 años y un adolescente de 16— por homicidio doblemente agravado en grado de tentativa. Sin embargo, tras la muerte de la niña, los cargos serán reformulados.
Fuentes del caso indicaron que una de las hipótesis apunta a un posible conflicto vinculado al narcotráfico, aunque la madre de Zoe no brindó demasiados detalles. En el barrio San Cayetano, aseguran, existen antecedentes de enfrentamientos entre familias.
Tras conocerse la noticia del fallecimiento, un grupo de vecinos incendió la vivienda de los sospechosos.
