A través del decreto 0362/25 firmado el pasado martes 17 de junio, la vicepresidenta Victoria Villarruel puso en marcha un plan de retiro anticipado destinado a trabajadores del Senado que aún no alcanzaron la edad mínima jubilatoria, pero que se encuentren dentro de un margen de hasta cinco años de alcanzarla.
La medida abarca tanto al personal de planta permanente como al temporario, y busca —según se explica en los fundamentos del decreto— mejorar la eficiencia del organismo, reorganizar sus estructuras y optimizar el uso de los recursos públicos.
Según lo dispuesto, podrán adherir quienes aún no cumplieron la edad requerida por el régimen general (65 años para varones y 60 para mujeres), siempre que ya cuenten con los años de aportes necesarios para iniciar el trámite jubilatorio.
Los trabajadores temporarios, además, deberán tener una antigüedad mínima de dos años y estar asignados a alguna de las estructuras orgánicas estables.
El plazo para acogerse al régimen será de 60 días. No obstante, no todos podrán acceder: quedan excluidos quienes estén sometidos a sumarios administrativos que puedan derivar en cesantía o exoneración, quienes tengan faltas injustificadas o reclamos administrativos pendientes (excepto los relacionados con la ley de Riesgos del Trabajo), los que hayan sido procesados por delitos contra la administración pública, aquellos que hayan presentado su renuncia aunque no haya sido formalmente aceptada, y quienes ya tengan una jubilación en trámite o concedida.
La decisión final sobre cada solicitud quedará a cargo de la Dirección General de Recursos Humanos, que podrá rechazar pedidos si no cumplen con los requisitos, ya que la simple presentación no garantiza la aceptación del beneficio.