El oficialismo se muestra confiado en que Lorena Villaverde finalmente podrá jurar este viernes como senadora por Río Negro, aun con la impugnación presentada por el peronismo. En La Libertad Avanza sostienen que, más allá del ruido político, los números en el recinto le permitirán asumir sin sobresaltos.
El oficialismo va por la jura
La discusión quedó en manos de los senadores que se despiden y de los que ingresan, quienes deberán definir por mayoría simple si Villaverde toma o no posesión de su banca. En la Comisión de Asuntos Constitucionales, el peronismo logró imponer una impugnación, pero el dictamen no es vinculante.
El peronismo impugna, pero no le alcanza
La objeción del peronismo se apoya en supuestos vínculos de Villaverde con el empresario acusado de narcotráfico Federico “Fred” Machado. Aun así, en el oficialismo aseguran que la oposición no reúne los votos para bloquear la designación.
Las cuentas del PJ llegan a 26 o 28 votos, aunque con dudas internas: los santiagueños Gerardo Zamora y Elia Moreno podrían abstenerse. A ellos se sumarían los dos integrantes de Cambio Federal, Alejandra Vigo y Carlos “Camau” Espínola.
Radicales y provinciales: los votos que pueden inclinar la balanza
La Libertad Avanza llega con 19 votos propios (sin contar a Villaverde) y el respaldo firme de cinco senadores del PRO. El resto dependerá de cómo se muevan los radicales Mariana Jury, Rodolfo Suárez, Silvana Schneider y Carolina Losada. La apuesta del oficialismo: que, si no acompañan, al menos se abstengan. El pampeano Daniel Kroneberg, en cambio, se muestra más cercano a rechazar el pliego.
También pesan las negociaciones con los senadores provinciales, siempre decisivos en votaciones ajustadas: los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, los santacruceños José Carambia y Natalia Gadano, la neuquina Julieta Corroza, la salteña Flavia Royon, la tucumana Beatriz Ávila y la chubutense Edith Terenci.
Dos dictámenes y un final abierto
La Comisión de Asuntos Constitucionales dejó dos dictámenes de mayoría: uno que avala los pliegos de los senadores electos y otro que rechaza el de Villaverde. Con este escenario dividido, el debate del viernes promete ser uno de los más tensos y milimétricos del año.